Laberinto

Otra historia corta. disfrútenla.
(Estoy escribiendo en preparación a un concurso del ITESM)

Gracias de nuevo por ser el tintero de mi pluma...

Laberinto

Las hojas caen. Navegan en el turbulento aire, sin rumbo, sin capitán. Cruje el casco de la nave bajo mis pies. Los náufragos de la embarcación se esparcen, vuelven a volar. Camino, respiro, vivo. Vivo porque late mi corazón. Pero el latido ha cesado en mi mente. Estoy perdido, y no deseo ser encontrado. El bosque es espeso, y quiero llegar al límite. Pero lo haré solo. El sol derrite los árboles encorvados por la vejez, no llevan bastón, pero se sostienen, su naturaleza les mantiene firmes. Mis raíces son débiles sin el riego de tus lágrimas. ¿O acaso son mías las que brotan? Estoy perdido, me buscan, pero no quiero ser encontrado. Tengo que encontrar el camino hacia ti. No hay orquestra que acompañe mi travesía. Los músicos se han ido. Sus nidos putrefactos yacen sin vida, y me recuerdan mi hogar. Mas en lo espeso y antiguo de su construcción, una pieza de vida se asoma, me extiendo hacia ella, pero es inalcanzable. Es ahuyentada por la violencia del viento. Luz, oscuridad. Luz, oscuridad. Las cortinas caen sobre las ventanas. Estoy en el vacío, y pienso. Amanece. Sigo caminando, conozco el lugar, mas los caminos son infinitos, imposibles. No poseo el mapa, y es absurdo trazar una ruta hacia ti. Sería arriesgado. Pero tomaré e riesgo, es mi meta. No me importa no llegar, pero llegaré. Si muero al menos será por ti, pero no moriré. Es tan oscuro, es interminable, mas llegaré al fin. Me ahogo en el profundo mar de árboles. Me es imposible respirar, pero inhalo el humo. Intoxicado de ti, necesito exhalarte, pero algo se queda aquí conmigo, inseparable. La nicotina que posees, imposible de evadir. Encuentro un camilo, avanzo, movido por el involuntario deseo, el inexplicable paseo en el que me encuentro. Una silueta, cubierta por polvo húmedo inerte. El camino es nublado. Estoy ciego, no te veo. La soledad es insoportable, mas es mi deber soportarla. Veo de nuevo, la bombilla se funde, se esconde, y temo a la oscuridad, interminable, a la incertidumbre del camino. Quiero salir, quiero escapar, volver a vivir. Esto es un campo negro, una pradera de árboles en decadencia sutil, como la sutileza de tu imagen, quieta, más en todo su esplendor, y deja a un lado las tinieblas. El brillo emana cegador e inevitable, se ha ido ya de mis ojos. Tropiezo, no llegaré ileso. El magma hace erupción de mi mejilla, se tiñe de dolor, dolor indeleble, permanente. Cicatrices abiertas, parecen no sanar. Una esencia brota del laberinto del bosque, flota navega, se extingue. Sigo su rastro hacia el exterior, mas hay una bestia esperando. Como Teseo al escapar, uso la esencia como mi guía. Pero he de enfrentarla, e Ícaro no volara hoy, no evadirá el peligro. Debo vencer al monstruo, el miedo, vencer al bosque, a la niebla, la oscuridad, la nicotina. Vencerlos para llegar. Para llegar hacia ti.

Lupo

2 comentarios, Haz el tuyo:

Anónimo dijo...

lupooo...
tanto tiempo ke tengo de conocerte
y no sabia ke escribieras asi..
me gusta tu forma de escribir... me recuerda a la del afemineid haha no te creeeas..tienes muy tu estilo

Anónimo dijo...

memiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

Estas enamoradooo? No verdad no se nota! Jaja...
Que onda memiiin portate bienn este finnn no tome ni nada! OK?!..
Bueno tonto cuidese muuucho!!

Nos vemos memiiin!